Ha pasado un tiempo desde la nevada que paralizó toda Catalunya, las cosas poco a poco han vuelto a la normalidad despues de algunos días de autentico caos, en Gerona por ejemplo han estado sin electricidad un buen número de hogares (pleno invierno sin calefacción), demostrando que tenemos unas redes electricas de autentica pena.
Nuestros politicos se echan las culpas los unos a los otros para intentar no perder votos, las personas como siempre son las autenticas perjudicadas. Lo curioso es que el temporal fué anunciado con 72 horas de antelación, tiempo más que suficiente para hacer las cosas bien.
En el caso de Girona, se sabe que la compañia ya informó del mal estado de las lineas de alta tensión, pidió permiso para poner nuevas pero se encontró con la negativa del gobierno catalán.
Pero las mejores conclusiones las sacas viviendo el problema, desde un despacho calentito nunca sabras la realidad, ahora narraré lo que viví ese día.
Empiezo mi jornada laboral a las 14 h de la tarde, trabajo en una empresa multinacional del transporte, cuando entré a mi puesto la nevada se hizo más fuerte, las noticias que llegaban no eran muy buenas, muchos camiones se encontraban retenidos en distintos puntos del país.
El jefe nos reune a las 17 h y nos dá permiso para irnos, nos avisan que la mayoría de carreteras están cortadas y los atascos son monumentales, fuera hay un palmo de nieve, mi mujer y yo subimos en el coche, el trayecto hasta casa es de unos 6 Kms, logramos avanzar, la via principal esta llena de vehiculos parados, tiramos en dirección contraria y lo mismo, la sensación era que se acababa el mundo, nevaba cada vez más fuerte, solo vemos un coche de policia, luego hablando con ellos nos enteramos de lo poco preparadas que están nuestras fuerzas de seguridad, no tenian ni cadenas.
La radio era nuestra compañera, nos informaban a cada momento de la situación, aconsejaban no salir de casa, que gracia, ¿y los miles que estabamos atrapados sin llegar?, cada vez llamaban más ciudadanos cabreados, algunos llevaban hasta cuatro horas dentro de sus coches con niños, otros que habian llamado al teléfono de emergencias y no contestaba nadie, a los que les contestaron les dijeron cosas como que la AP7 estaba vacia, metiendolos en un caos monumental. Al final tiramos por una carretera solitaria llena de coches tirados, 'arboles caidos, otro coche patrulla, parecia que habia llegado el apocalipsis.
Llegamos a casa despues de 3,30 h para un trayecto de 6 Kms, hubieron compañeros que tardarón hasta 8h, otros durmieron en la fábrica, en fin un autentico caos del cual nuestros dirigentes ya tenian conocimiento 72 horas atrás.
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